Para nadie es un secreto que cuando el calor aprieta, nos vemos tentados a sumergirnos en una piscina, y salvo que se trata de una piscina propia, y que nos hayamos asegurado de la manera correcta de que nos existen hogos en ella, corremos el riesgo de contagiarnos de estos, ya que las molestias que provocan son molestas y bastante desagradables, no sólo a nivel del organismo, sino que son observables a la vista.
Incluso si se trata de nuestra propia piscina y, aunque hayamos sido cuidadosos, resulta que hay factores medioambientales que pueden provocar que los hongos se esparzan y proliferen en nuestras piscinas, por ello, tenemos que tomar todas las previsiones posibles para impedir que nos contagiemos con estos microorganismos y las, a veces, desesperantes e insoportables que provocan.
5Tips para que puedas evitar la aparición de hongos en tu piel
Considera que una piscina es un sitio húmedo, ideal para que se desarrollen y convidan los hongos, así que una primera medida que debes tomar en consideración es no compartir la toalla ni las sandalias con nadie o de nadie, lleva tur propios artículos y úsalos exclusivamente tú.
Lo que se recomienda es que uses zapatillas hechas de neopreno o los llamados calcetines para piscinas, sandalias o chanclas de goma, y cuando salgas de la piscina, dúchate inmediatamente con agua potable, cámbiate de ropa y procura utilizar algún producto cuyo uso concreto sea prevenir y tratar hongos. Pero que no se te vaya a ocurrir rociarte con cloro, porque lo que funciona para el agua de las piscinas es nocivo para la salud humana.