El pueblo de España donde hace frío en verano

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Llega el verano y, como suele ser habitual en estas calurosas fechas, no son pocos los ciudadanos que buscan una forma para escapar de las altas temperaturas, los sofocos y el agotamiento. La playa, por lo general, suele ser uno de los destinos más habituales, pero tampoco eso garantiza huir del bochorno.

Una forma de huir del calor, y además aprovechar para hacer algo de turismo, es visitar según qué pueblos de muchos rincones de España. Algunos son relativamente conocidos y turísticos, pero otros, además, no son tan famosos, por si uno además deseas paz y tranquilidad ¿Quieres saber cuáles de ellos se mantienen más fríos, incluso en verano? Pues sigue leyendo para descubrirlo.

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Potes (Cantabria)

Ubicado en plena comarca de Liéban, en Cantabria, no es difícil de comprender por qué Potes es uno de los enclaves más turísticos de toda la comunidad del norte de España. Bajo los Picos de Europa, se haya rodeado de belleza, naturaleza, y con mucha historia de la que empaparse cuando uno lo visita.

Por si fuera poco, también es fácil disfrutar de la sobresaliente gastronomía cántabra. Y gracias a sus bajas temperaturas, en este tipo de pueblos el apetito aumenta, más aún después de darse una buena caminata por sus alrededores. Es recomendable, de hecho, aprovechar cada visita a Potes para moverse también por la zona y pasar buenos ratos en muchos de las otras aldeas cercanas. Todas ellas comparten algo en común: la tranquilidad, el buen tiempo (sin pasar sofocos) y la tranquilidad. Si tienes coche para desplazarte, mejor que mejor, pero si no, siempre se puede recurrir a las alternativas públicas, como pueden ser los autobuses.