Cuando se trata del mundialmente famoso Jamón Ibérico de Bellota, de repente incluso los no amantes de la comida comienzan a oler su exquisito aroma, apreciando su hermoso marmoleado y dejando que se derrita suavemente en su lengua… ¡Qué experiencia y qué placer! Pero no, no todos los embutidos son iguales y no todos nos darán el mismo placer. Hablemos del Jamón ibérico de pata negra.
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Por si la explicación resulta demasiado confusa, en 2014 se implementó un sistema oficial de etiquetado por color (RD 4/2014, de 10 de enero) que te ayuda a detectar de inmediato si el jamón es ibérico o no, hasta qué porcentaje y tipo. de comida que recibió. Es lo siguiente:
- Negro, 100% Ibérico y de Bellota. La mejor Pata Negra.
- Tinto, al menos 50% ibérico, de bellota.
- Verde, al menos 50% ibérico, cebo de campo (recursos de la dehesa y algunas bellotas).
- Blanco, al menos 50% ibérico, cebo (pienso).
La elaboración del jamón en sí es bastante sencilla: solo se necesita sal, aire y tiempo, controlando bien la temperatura y la humedad durante todo el proceso. La curación del jamón lleva al menos 14 meses, aunque algunos productores lo curan hasta por 36 meses. Estos jamones son mucho más oscuros, más ricos y casi permanecen en el paladar después.
