Muchas de las obras, tanto literarias como las llevadas al cine, están basadas en hechos reales, aunque sea mínimamente. Y es que aunque parezca increíble, la realidad supera la ficción. Sobre todo en un mundo tan loco como este. Da un poco de miedo pensar que ahí fuera hay monstruos reales, que son peores que los que hemos visto en las películas.
Pero sí que existen. Y no solo eso, sino que pueden parecer personas totalmente inofensivas: un devoto esposo, o una condesa muy bella. No todos son monstruos con razón, sino que algunos han sido acusados de serlo, y no hay ninguna causa que lo justifique: solamente una sociedad ignorante que tiene miedo a lo desconocido. Pero en la mayoría de los casos, sí que son monstruos.
6Vlad Tepes
Bram Stoker escribió la novela del Conde Drácula sin ni siquiera haber pisado Transilvania, lo que hoy sería Rumanía. Sin embargo, pasó a la historia. Y es que para escribir la novela, se basó sobre todo en la vida de Vlad Tepes, un príncipe rumano sobre el que se hablaba muchísimo, y había un montón de rumores sobre él.
Solo habría que decir que se hacía llamar «el empalador», porque empalaba a sus víctimas, y después, en un arrebato de disfrute, bebía la sangre de sus víctimas mientras contemplaba su obra. Un poco en la línea de la Condesa de Bathory, vaya.