Una playa de Almería ha sido testigo de un duro golpe contra una organización dedicada a traficar con estupefacientes. En total han sido detenidas once personas, entre ellas un menor de edad, al ser pillados con las manos en la masa tras realizar un cargamento de casi una tonelada de hachís.
La Fiscalía de Menores se ha hecho cargo de uno de los once detenidos en la madrugada del pasado día 9 tras abortar el alijo de 924 kilos de hachís en la playa de Torregarcía, en las costas de Almería, de forma que los otros diez arrestados se encuentran en prisión provisional por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Almería.
Según ha indicado la Comandancia en una nota, la operación se inició tras detectar una embarcación semirrígida que navegaba a alta velocidad entre Cabo de Gata y Punta Sabinar, lo que hizo sospechar que pudiera dedicarse al narcotráfico.
Los agentes diseñaron un dispositivo específico para su interceptación en la costa bajo la previsión de que la nave pudiera tocar tierra en la zona situada en torno a la ermita de Torregarcía, donde se apreció más tarde la llegada de vehículos con miembros encapuchados, equipados con chalecos antibalas y fusiles de asalto.
Al percatarse de la presencia policial, los miembros de la organización delictiva abrieron fuego contra los agentes, quienes intervinieron para hacerse con la droga y detener a los sospechosos. Así, parte de los implicados emprendieron la huida en dos vehículos que volcaron durante la persecución, de modo que sus ocupantes trataron de escapar a pie.
El dispositivo integrado con patrullas de Seguridad Ciudadana, Usecic, medios aéreos, Grupo de Actividades Subacuáticas, Servicio Marítimo, así como la coordinación con Policía Nacional y Policía Local de Almería, permitieron en arresto de todos los integrantes de la organización y la intervención de armas y vehículos de gran cilindrada que iban dotados con matrículas falsas.
Los 924 kilos de hachís intervenidos podrían llegar a superar los 100.000 euros en el mercado ilícito. Junto con los fardos también se intervinieron numerosas garrafas de gasolina destinadas a reabastecer a la embarcación empleada en los portes.
Los sospechosos fueron puestos a disposición judicial el pasado sábado acusados de delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, detención ilegal y atentado contra los agentes de la autoridad.