Un año después de su polémico despido de Mediaset, Antonio David Flores solo se deja ver en funerales. Del mismo modo que sucedió en el de Mila Ximénez, el novio de Marta Riesco ha acudido al de Jesús Mariñas, donde ha coincidido con algunos de sus excompañeros.
Amigo del periodista desde que comenzó su relación con Rocío Carrasco en 1995, el padre de Rocío Flores no ha querido perderse el emotivo funeral que Elio Valderrama organizó este lunes en la Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Madrid para que todos aquellos que quisieron pudiesen darle su último adiós un mes después de su fallecimiento.
Una ceremonia en la que pudimos ver a algunos de los rostros más populares de la pequeña pantalla como Terelu Campos, Rosa Benito, Carmen Borrego o Lydia Lozano y en la que, por sorpresa, apareció a última hora un Antonio David al que nadie esperaba.
Completamente solo, con una llamativa camisa floreada y el neceser en la mano del que nunca se separa, el ex de Olga Moreno llegaba a la misa cuando el resto de asistentes ya se encontraban en el interior de la iglesia, evitando hacer declaraciones sobre el tipo de relación que le unía a Mariñas.
Con un favorecedor bronceado tras un fin de semana con Marta Riesco en Valencia – con la que ha dejado de esconderse para presumir orgulloso de su amor – Antonio David abandonaba en primer lugar el funeral, evitando así el incómodo reencuentro con alguna de sus ‘archienemigas’ a las puertas de la iglesia.
Discretamente y sin pronunciarse sobre el estreno de la segunda parte de la docuserie de Rocío Carraso, ‘En el nombre de Rocío’, el ex guardia civil ni siquiera se quedaba para saludar a Elio – como sí hicieron el resto de asistentes – y se iba a buen paso y agradeciendo a la prensa unas preguntas a las que no dio respuesta.
Tan fugaz fue su presencia en el funeral que Terelu Campos y Rosa Benito, sorprendidas, aseguraban no haberle visto en ningún momento.