Todas las enfermedades son, cada una en su medida, problemáticas. Pero hay algunas de ellas que pueden resultar especialmente crueles y lamentables tanto para quienes las padecen como para aquellos que viven a su alrededor. Todas las patologías relacionadas con la demencia, como por ejemplo el Alzheimer, pueden incluirse entre ellas.
En este artículo vamos a tratar algunos hábitos que, más allá de la fortuna o falta de ella de cada persona, pueden aumentar las posibilidades de sufrir Alzheimer.
9Dormir mal
Descansar como Dios manda parece una obviedad, pero realmente puede repercutir en muchas patologías, como puede ser el Alzheimer. Frecuentemente se suele recomendar dormir diariamente en torno a las siete u ocho horas, pero esto depende al final de las necesidades de cada persona. Hay gente que duerme más y otra que menos, por lo que es aconsejable que cada uno se ajuste a lo que más le convenga.
Y algo similar sucede con los propios horarios de sueño. No todo el mundo duerme igual de profundo a unas horas u otras. Hay quien coge el sueño nada más caer la noche (incluso cuando la tarde empieza a alargarse), y otras que, por el contrario, llegan a dormir mejor en la mañana o a lo largo del día. Claro, que estas últimas tendrán más complicaciones para adaptarse a los ritmos sociales habituales. Lo mejor es intentar adaptar nuestra vida a ello, siempre que se pueda.