Todas las enfermedades son, cada una en su medida, problemáticas. Pero hay algunas de ellas que pueden resultar especialmente crueles y lamentables tanto para quienes las padecen como para aquellos que viven a su alrededor. Todas las patologías relacionadas con la demencia, como por ejemplo el Alzheimer, pueden incluirse entre ellas.
En este artículo vamos a tratar algunos hábitos que, más allá de la fortuna o falta de ella de cada persona, pueden aumentar las posibilidades de sufrir Alzheimer.
10No estar solo
Una persona feliz, es una persona sana. Está claro que no siempre es así, pero suele suceder que los disgustos, los quebraderos de cabeza o, lo que es peor, las depresiones y otras enfermedades pueden generar demencia o Alzheimer, o al menos hacer que esta se produzca antes.
Aunque en ocasiones resulte más sencillo decirlo que ponerlo en práctica, nunca está de más intentar llevar una vida emocionalmente tranquila y sociabilizar con los demás. Compartir buenos momentos, dialogar, pensar en los otros y prácticas similares no solo permiten que se disfrute más del día a día, sino que también cuidan nuestro cerebro. Si por el contrario permaneces mucho tiempo solo, la cabeza se exige menos a sí misma, y puede volverse más perezosa. El cerebro, como cualquier otra parte del cuerpo, debe entrenarse y ejercitarse en la medida de las posibilidades de cada uno.