¡Ay que ricas son patatas fritas! Quien diría que este tubérculo traído por los descubridores de las Américas al continente europeo se convertiría en lo que es hoy, el perfecto complemento para todo tipo de platos. Y esto no ocurre solamente en España, hasta en Inglaterra el plato más tradicional es el pescado con patatas fritas.
De hecho, muchas personas no tienen ningún inconveniente en comerlas solas, y hasta las famosas cadenas de comidas rápidas las venden solas como acompañantes de sus menús, pero para facilitarnos la vida, y no tener que lidiar con pelarlas y trocearlas, ya las podemos conseguir congeladas en los supermercados. No obstante esta presentación, aunque no lo creas, representa algunos peligros para la salud, así que entérate aquí de por qué no deberías usarlas más.
9¿Nos ponemos en campaña en contra de las patatas fritas congeladas?
No nos atrevemos a afirmar algo tan serio, pero lo que si te aconsejamos es que la próxima vez que vayas al supermercado a comprar una bolsa de patatas fritas congeladas, indagues en las etiquetas de los ingredientes y el modo de preparación los componentes que le han sido añadidos al producto y si vez que hay muchos químicos entre sus componentes, será más seguro para ti ir hasta la sección de verduras y hortalizas y comprar dos buenos kilos de patatas, aunque te tengas que tomar la molestia de lavarlas, pelarlas y trocearlas.