¡Ay que ricas son patatas fritas! Quien diría que este tubérculo traído por los descubridores de las Américas al continente europeo se convertiría en lo que es hoy, el perfecto complemento para todo tipo de platos. Y esto no ocurre solamente en España, hasta en Inglaterra el plato más tradicional es el pescado con patatas fritas.
De hecho, muchas personas no tienen ningún inconveniente en comerlas solas, y hasta las famosas cadenas de comidas rápidas las venden solas como acompañantes de sus menús, pero para facilitarnos la vida, y no tener que lidiar con pelarlas y trocearlas, ya las podemos conseguir congeladas en los supermercados. No obstante esta presentación, aunque no lo creas, representa algunos peligros para la salud, así que entérate aquí de por qué no deberías usarlas más.
8¿Entonces debemos consumir patatas fritas congeladas o no?
Siempre es mejor prevenir que lamentar, no es lo mismo una rica patata frita natural, lavada, mondada y troceada en casa que lo que sale de una bolsa de ultracongelados de un supermercado, y no nos estamos refiriendo únicamente a las patatas, porque existen muchos alimentos que se congelan y se venden listos para el consumo a día de hoy.
Hay que entender que para que las patatas fritas congeladas lleguen a nuestras casas, las procesadoras les añaden una cantidad de elementos químicos para mantener su conservación, su color y su textura, además, en muchos casos, vienen con un proceso de prefritura, para que conserven su forma, y lo que no sabemos es qué efectos producen en el organismo esos añadidos o preparaciones que las hacen tan apetitosas.