Si el Barça está alquilando su estadio para generar ingresos, el hecho que rebajen sueldos es algo que no debería sorprenderle a nadie. Joan Laporta lo hará en este ciclo de verano, lo que pasa es que ciertos jugadores que anteriormente habían aceptado esta condición, pues ahora ponen trabas y pretenden no dejarse tocar por la directiva de los blaugranas. Esto ha dejado los ánimos muy tensos en el banquillo. Porque además, en las oficinas culés siguen haciendo reuniones para ver cómo logran salir de la terrible situación financiera que los tiene de manos atadas.
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Siendo un veterano del Barça, Sergio tiene voz y voto en el equipo. Por ello, hace poco dijo que si de verdad el conjunto quiere ser competitivo, necesita de refuerzos cuánto antes. Y, claramente, rebajándole el sueldo a tres jugadores, no es que van a sacar mucha pasta como los directivos piensan.
En este sentido, la gestión debería ser, según el futbolista, vender a varios jugadores con buena estampa, a los que él ha llamado «vacas sagradas». De esta forma, podrían darle entrada a esos deportistas que la «Xavineta» atesora desde lejos.
