Terracotta, sangrías de autor y artesanía gastronómica al aire libre

  • El número 80 de la calle Velázquez estrena terraza a pie de calle con la misma filosofía de artesanía gastronómica que Terracotta ha defendido desde su apertura.
  • Añaden nuevos platos de temporada y una selección de sangrías de autor.

En los pocos meses que han pasado desde su apertura, Terracotta, ha conseguido conquistar a gran parte del público de Madrid con una propuesta gastronómica de filosofía artesanal, con platos de temporada elaborados con buenas materias primas, con sabores intensos y largas cocciones, con un servicio de sala exquisito, una bodega muy dinámica, una propuesta de coctelería distinta y con una decoración de tendencia natural. Ingredientes ganadores que no podían faltar en el primer proyecto del empresario leonés Ignacio Sánchez, que con solo 29 años ha puesto en marcha este formato fine dining, su primer proyecto, en una de las calles más animadas de la capital.

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Terracotta

Ahora, Terracotta estrena una terraza muy coqueta para 18 comensales en una localización inmejorable, en el número 80 de la calle Velázquez. Un espacio sencillo pero repleto de detalles naturales que marcan la diferencia, como las mesas hechas con granito y conchas de mar, en la misma línea de decoración del local que firma la interiorista Helena Cánovas.

NUEVA PROPUESTA ADAPTADA A LA TEMPORADA

En la terraza de Terracotta el público podrá disfrutar de la misma carta que en el interior del local, una propuesta que de cara al buen tiempo acumula novedades. En coctelería, toman protagonismo sus sangrías de autor o Sangaree´s que es el nombre que se utilizaba en la antigüedad para esta bebida, algo más versátil entonces que la sangría que se conoce actualmente y que con el paso de los años y las diferentes influencias evolucionó y se tradujo como «sangría», sobre todo aquí en España.

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Las de Terracotta aportan un nuevo punto de vista sobre la bebida por excelencia en nuestro país y ofrecen la sangría crítrica y floral y la afrutada y especiada, dos tragos perfectos para refrescarse en los días donde el calor aprieta en Madrid. Por su parte, en cocina se estrenan platos como el cruasán de carrillera y en el apartado dulce el que han bautizado como leche, cacao, avellana y azúcar. Propuestas a las que se irán sumando otras como las cebolletas asadas rellenas de marisco y centolla con salsa romescu o la colita de rape asada con ajos y guindillas, trinxat de patata y olivas y verduritas salteadas.

PLATOS EMBLEMÁTICOS

Además, Terracotta conserva algunos platos que ya se han convertido en imprescindibles y que se adaptan a la perfección a la temporada de calor como son sus croquetas de carabinero, velo ibérico y alioli de ajo negro, la ensaladilla cremosa con encurtidos, piparras y atún rojo, su divertido brioche de calamares, limas encurtidas y hierbas frescas, las flores crujientes de calabacín rellenas de speck y mozzarella o los chipirones de anzuelo a la plancha con tres emulsiones.

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La propuesta de Terracotta es una actualización de la cocina de tradición y su gran diferencial es la intensidad de sabores que tiene cada uno de los platos de su carta. Bajo la filosofía del respeto al oficio y el buen hacer, los platos son cocinados de cero, con mimo y con el tiempo que requiere cada elaboración para recuperar la esencia de cada materia prima. El equipo de cocina, que cuenta con el asesoramiento del chef Carlos Núñez, utiliza métodos de cocción largos. Destacan por encima de todo los jugos, fondos y salsas, base con la que actualizan recetas de toda la vida llevándolas a presentaciones más actuales, en este sentido sobresale en potencia de sabor el pato, por el jugo que extraen del mismo.