El bizcocho genovés es todo un clásico de la repostería; sin embargo, todo parece indicar que en momentos de carestía, es que lo recordamos y sacamos a relucir. Lo cierto es que este bizcocho, que no contiene materia grasa ni levaduras químicas, es todo un éxito y bien que vale la pena prepararlo, sobre todo cuando tienes pensado humedecerlo con algún almíbar, o cubrir con alguna crema húmeda.
Este tipo de bizcocho se luce con mermeladas, dulce de leche, siropes y ni hablar de las frutas frescas o en almíbar, con las que suele tener una estrecha relación para la preparación de los más divinos troncos.
2Huevos, un ingrediente básico que le da volumen a este bizcocho
Para la preparación de este postre sencillo, utilizarás huevos enteros; es decir, se aprovechan tanto las claras, como las yemas. Eso sí, cada uno se debe trabajar por separado para garantizar el resultado esperado.
El bizcocho genovés se caracteriza por ser sumamente esponjoso; y es precisamente, gracias a este ingrediente y la forma en que se añade, que se logra un resultado excepcional para disfrutar con un buen almíbar o crema que le otorgue humedad.
Nota: los huevos deben estar frescos, ser de buen tamaño; y sobre todas las cosas, estar a temperatura ambiente.
