Rafa Nadal se acaba de convertir en uno de los semifinalistas del segundo Grand Slams del año, Roland Garros. El balear se ha vestido de gala en la noche parisina para dejar sin opciones al número uno del mundo, Novak Djokovic. Un duelo de gigantes que se resolvió en cuatro mangas, el cual duró más de cuatro horas de intenso peloteo. Al final, el partido quedó en manos del Rey de la tierra batida, en lo que supuso uno de los últimos choques de este par de estrellas en tierras francesas, y cuidado sino el último; porque Rafa ha ido dando indicios de que podría ser su final por este evento que tanto le fascina. 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 fue el resultado final y, con ello, el español se cita en la fase definitoria del torneo.
7Nole lo intentó, pero no fue suficiente para ganar en Roland Garros
Novak Djokovic se va decepcionado porque sabe que su derrota ha sido aparatosa. Se despide de Roland Garros con la cabeza hacia abajo. Pero hay que reconocer que el miembro del Big Three hizo lo que pudo, pero las cosas no le salieron como él lo deseaba.
Al final, Nadal lo llevó al extremo. En ese callejón sin salida, tuvo que ceder y ahora se va a casa con las manos vacías y sin revalidar el título. Fue un choque épico, emotivo, con grandes jugadas, aunque con un claro dominador y vencedor que irá por más.