Rafa Nadal se acaba de convertir en uno de los semifinalistas del segundo Grand Slams del año, Roland Garros. El balear se ha vestido de gala en la noche parisina para dejar sin opciones al número uno del mundo, Novak Djokovic. Un duelo de gigantes que se resolvió en cuatro mangas, el cual duró más de cuatro horas de intenso peloteo. Al final, el partido quedó en manos del Rey de la tierra batida, en lo que supuso uno de los últimos choques de este par de estrellas en tierras francesas, y cuidado sino el último; porque Rafa ha ido dando indicios de que podría ser su final por este evento que tanto le fascina. 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 fue el resultado final y, con ello, el español se cita en la fase definitoria del torneo.
2Unos cuartos de final de lujo con Nadal y Djokovic
La noche en París ya pintaba buena en la previa. Ambos tenistas llegaron a la Philippe Chatrier con la misión de llevarse el triunfo. El español saltó a la pista «modo fiera», y comenzó a mandar en el compromiso.
Esto fue clave para que el manacorí se llevara el primer parcial de una forma cómoda, y con un nivel de juego al que hay que quitarse el sombrero.
Sin embargo, el de Belgrado no le iba a poner las cosas fáciles. Poco a poco fue remontando, hasta lograr esa paridad en las acciones que nos vaticinaba que la guerra iba a ser durísima.