La fabada asturiana es uno de los platos más emblemáticos de Asturias; y aunque se prepara en todo el territorio español y cada quien tiene una forma particular de prepararla, lo cierto es que, hacerla perfecta y sumamente divina tiene su truco; y así como hay trucos para hacerla divina, también hay errores que se repiten en muchos lugares y que definitivamente llegan a arruinarla.
Conoce cuáles son estos errores y evita cometerlos para que puedas disfrutar de todo su sabor y calidad en cada bocado.
5Olvidar la importancia de los remojos
Un error muy común es olvidar remojar tanto las fabes como el lacón y la panceta salada. En el caso de las fabes, estás, debes ponerlas en un bol desde la noche anterior y cubrirlas por completo con una cantidad generosa de agua, escurrirlas el día de la preparación y luego proceder a su cocción junto al compango. (puedes también cocinarlas en la misma agua del remojo).
En cuanto al lacón y la panceta salada, estos ingredientes también requieren ser remojados desde la noche anterior en un recipiente diferente al de las fabes; y hacerlo es completamente necesario, ya que de lo contrario, el caldo quedaría excesivamente salado.
Hay quienes prefieren usar estos ingredientes frescos y así se saltan el paso de tener que desalar; no obstante, esto saltaría la preparación de un plato realmente tradicional y le privaría del rico gusto que por generaciones ha sido sello de distinción.