Santa Petronila fue una mujer que llegó a hacerse de una reputación, en primer lugar, por convertirse al cristianismo por obra el propio San Pedro, de quien toma el nombre, bien será porque éste la curó de una parálisis que sufría, o, según otras versiones, porque también era su hija, e incluso llegó a hacer una huelga de hambre para impedir ser casada, ya que no quería pertenecerle a ningún hombre.
Santa Petronila
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, son muy pocas las damas que llevan su nombre en España, aproximadamente unas 2.500, y están dividas entre Petronilas, Petronelas o Petronellas, pero sin duda hoy es el día de su santo. En torno a la vida de Santa Petronila se han tejido una gran cantidad de historias, y una de ellas, sin confirmar, es que era hija del mismo San Pedro, aunque es probable que esa afirmación se deba a la similitud que existe entre sus nombres, y al hecho de su milagrosa curación por parte del primer Papa de la Iglesia de Cristo. Santa Petronila es venerada como una virgen mártir, que vivió en algún momento entre los siglos I y III, pero si en realidad fue curada por el propio San Pedro en persona, entonces debió haber vivido en el siglo I. Lo que se cuenta al respecto es que San Pedro al encontrarla enferma y postrada en una cama, la curó sólo para poder demostrar que podía hacerlo, y que dijo las siguientes palabras: “Levántate Petronila, y ven a servirnos”, dicho estos, Santa Petronila pudo levantarse y comenzó a servir a los apóstoles. No obstante, para esta historia existen dos finalizaciones muy diferentes, una en la que una vez se fueron los apóstoles, Santa Petronila volvió a encontrarse enferma y postrada en una cama, y otra en la que San Pedro la curó definitivamente.
Algo que también hizo de Santa Petronila una figura conocida y polémica es que ante la posibilidad de tener que contraer matrimonio, se propuso e hizo una huelga de hambre, ya que no quería casarse. Lo cierto es que hasta ese momento, Santa Petronila era conocida por ser una mujer muy hermosa, con un carácter muy dócil y afable, de la que se seguía afirmando que era hija del propio San Pedro, y un noble cuyo nombre era Flaccus tomó interés por ella y le pidió la mano de ella en matrimonio a San Pedro. Ante esta información, Santa Petronila declaró a su padre que no se casaría con un pagano, y que en ningún caso quería contraer matrimonio, prefiriendo consagrarse al servicio de Dios como virgen, porque los hombres no le interesaban, o al menos así se narra en el libro de Michelle Roberts, llamado los “Santos Imposibles”. No obstante el Interés de Flaccus por ella no había disminuido y todos los días la visitaba e insistía en verla, por lo que Santa Petronila decidió meterse en su cama, negándose a hablar, así como a beber y a comer, pero finalmente, la insistencia de Flaccus produjo frutos, porque acabó por casarse con él. Este mismo libro relata que Santa Petronila tuvo una vida muy larga, muriendo en la ancianidad.
Pero el 31 de mayo es el día en el que el santoral católico también recuerda n evento muy importante que fue la Visitación que hizo la Virgen María a su prima Isabel, ya encontrándose embarazada de Jesús, además de otros santos y beatos que fueron un ejemplo para sus hermanos cristianos, entre los que podemos mencionar a San Félix de Nicosia, San Hermias de Comana, San Noé Mawaggali, San Silvio de Toulouse, Beata Bautista Varano, Beato Jacobo Salomoni, Beato Mariano de Roccacasale y Beato Nicolás Barré.