En el caso de las niñas, la pubertad comienza con un crecimiento intenso: el inicio del desarrollo de los pechos, el aumento de las caderas y la aparición de vello en las axilas y la ingle.
Después de la menarquia, tienen lugar otros procesos fisiológicos que conducen al inicio de la maduración sexual de la mujer. Por ejemplo, la aparición de los pechos (telarquia), la aparición del vello (pubarquia), el desarrollo del aparato genital y, finalmente, el inicio de la ovulación, que define la capacidad reproductiva femenina.
¿Qué es la menarquía?
La menstruación es un sangrado que se produce, por término medio, una vez al mes. Es el resultado del desprendimiento del endometrio en la pared del útero, que es el encargado de albergar el óvulo en caso de que sea fecundado. La menarquia es la primera vez que esto ocurre en el cuerpo de una mujer.
Es normal que en esta primera menstruación salga una sangre de color oscuro, similar a los posos del café. Después, el flujo se regulariza, y puede ser menos o más intenso, según la mujer.
Además, el flujo menstrual es continuo, lo que significa que no se puede evitar que salga, al igual que el pis. Sale todo el tiempo, lentamente y poco a poco.
Sin embargo, la menstruación no es líquida. En general, se parece a la clara de huevo cruda, pero es de color rojizo. También es normal que aparezcan algunos coágulos, que son «bolitas» de sangre dura. Esto ocurre porque esta sangre a veces tarda un poco más en salir, por lo que acaba coagulándose.
El ciclo menstrual tiene 30 días, sin embargo, al principio, los ciclos son irregulares y pueden variar entre 28 y 40 días. Sin embargo, es normal tener la menarquia y que la siguiente menstruación llegue meses después, por ejemplo.
Síntomas de la menarquia
Días antes de que descienda la menarquía, una mujer puede empezar a experimentar, por primera vez, los síntomas de la famosa tensión premenstrual (SPM). Los cambios de humor, la retención de líquidos, el aumento de la sensibilidad mamaria, los calambres abdominales y los cólicos son signos y síntomas comunes.
¿Qué ocurre después?
Es importante que la niña utilice protectores menstruales, que evitarán que la menstruación se manche en su ropa. Pueden ser internas, que se introducen dentro del canal menstrual; o externas, que se quedan fuera, absorbiendo el flujo que ya ha salido. Durante las primeras menstruaciones, probablemente sea más cómodo utilizar un protector externo, como un absorbente externo o una braga absorbente.
En la pubertad, que es cuando se produce la menarquia, las chicas producen muchas hormonas, que son las responsables de que la piel se vuelva grasa. Por lo tanto, es normal que aparezcan algunos puntos negros y espinillas. Sin embargo, no están directamente relacionadas con la menstruación.
Durante la menstruación, es normal que la chica sienta que sus intestinos están más sueltos. Al fin y al cabo, el intestino está ahí cerca del útero, que está siendo exprimido para hacer salir la sangre, por lo que acaba siendo exprimido también.