Es una situación por la que todas hemos pasado. Por fin hemos encontrado ese par de zapatos con el que hemos estado soñando, perfectos en tamaño de tacón, con el color que nos combina con toda la ropa que tenemos, para todo tipo de uso y es de nuestra talla, pero resulta que al ponérnoslos, nos quedan un poco grandes y se nos salen al caminar y cuando pedimos una talla menor, simplemente no las hay o nos aprieta cuando nos los probamos.
Las causas pueden se varias, desde los materiales empleados en su fabricación hasta el tipo de horma que se usó en su fabricación, pero no te desesperes, todavía puedes comprarlos con total tranquilidad, porque hoy te mostraremos algunos trucos para que los puedas usar con toda confianza, así que comencemos con esos trucos.
Adquirir unas plantillas
Este es quizás uno de los trucos más simples. Además se venden en muchos establecimientos, probablemente hasta en la misma zapatería en la que te vas a comprar el par de zapatos. Son cómodas de usar y se elaboran en varios tipos de material, porque las puedes conseguir en cuero, gel o silicona, y todos ellos tienen la particularidad de que no se resbalan, así que se adaptarán perfectamente a tu par de zapatos, así como al tipo de zapato de que se trate y a las necesidades de las plantas de tus pies.
Comprar medias antideslizantes
Ya existen en el mercado y son ideales para que los zapatos no se te salgan, porque son elaboradas con materiales que poseen capacidad de fricción, así que ya puedes caminar con tacones sin que se te resbalen los zapatos. Además, las hay sin costuras en los dedos, para que puedas usarlas con ese par de zapatos de tacón abierto en la puntera que tanto te gusta y que no te atreves a usar con medias por miedo a que se te salgan, y se ven bastante bien.
El modelo más recomendable es aquel que tiene un refuerzo de silicona o de gel en la planta del pie, lo que mejora la adherencia con el interior de los zapatos.
Usa medias de rejilla
Ciertamente, esta clase de medias va a limitar bastante el tipo de ropa que puedes utilizar, porque no combinan con todo, pero son ideales para que puedas mejorar la adherencia de la planta de los pies con los zapatos, porque se mantiene el contacto de la piel con el zapato, haciendo que se mantenga en su lugar.
Puedes usar una medida se sujeción adicional
Cuando se trate de un par de zapatos que son abiertos o que tienen tiras, no vas a tener este inconveniente de que los zapatos se te salgan, pero y si el que quieres utilizar no posee alguna tira para sujetarlo. Pues lo que debes hacer es llevarlo al zapatero de tu confianza para que le agregue una que se cierre en tu tobillo, y con eso la sujeción estará asegurada, evitando que los zapatos se te salgan.
Usa laca para el pelo
No se trata de una locura, por el contrario, es un truco que ya se usaba en los años 60, además es bastante sencillo y muy barato. Cuando te vayas a poner ese par de zapatos de tacón que se te sale, échales previamente una buena rociada de laca y espera unos cuando minutos a que la capa que se haya formado esté seca.
Cuando te los pongas y comiences a caminar, te vas a dar cuenta de que los zapatos se van a adherir a la perfección a la planta de tus pies, sin salirse. Y si tienes miedo de resbalar porque la suela del zapato esta nueva y vas a pisar superficies extremadamente lisas o muy pulidas, puedes usar este mismo truco de la laca en las suelas.
Lijar la plantilla que tiene el zapato
Pero este es un truco para verdaderos expertos, porque consiste en que lijes con algún objeto la plantilla del pie que viene en el interior del zapato, para lo que habrá de tenerse mucho cuidado, no vaya a ser que estropees el par de zapatos. Con ello lo que se quiere lograr es que el interior de los zapatos sea rugoso y ofrezca mayor adherencia a la hora de caminar. Pero si no eres experta, prueba haciendo algunos arañazos muy pequeños con la punta de un cuchillo en la plantilla del zapato.
Usa cinta americana con doble cara
Si se trata de que tienes bastante prisa y no puedes implementar alguno de los trucos que antes te hemos mencionado, entonces corta un trozo de cinta americana del largo de la plantilla del zapato y colócala en su interior, pero en este caso debes usar medias, no solo por el tema de adherencia, sino porque no resulta sano que la piel de tus pies haga contacto con la cinta.
Coloca un poco de algodón en el área del talón
Pero este truco sólo lo puedes usar en zapatos que sean cerrados, y consiste en que coloques algodón en el talón del par de zapatos, de manera que se ajusten mejor a tus pies, aunque no es la solución más cómoda, pero sí que es barata y rápida.
Usa talco
Si estamos en verano, una de las principales causas por las que se te salen los zapatos es el sudor, así que éste absorberá la humedad y evitará que los zapatos se te salgan por esta causa.
¿Sabías que existen los salvamedias?
Pues sí, en el mercado existen estos artículos que se colocan como protector en el interior de los zapatos, para impedir rozaduras, tanto en las medias como en la piel, aunque, al mismo tiempo, puede ser lo que necesitas para mejorar la adherencia de los zapatos y evitar que éstos se te salgan cuando vayas caminando.
Quien diría que resolver un inconveniente como éste podía resultar tan sencillo, práctico y hasta barato en algunos casos, así que prueba con algunos de ellos y encuentra aquel con el que más cómoda te sientas y después nos cuentas.