Los Reyes presiden este sábado en Huesca un multitudinario desfile por el Día de las Fuerzas Armadas que ha sido acogido con entusiasmo por la ciudadanía, que ha inundado la ciudad de banderas de España y recibido con vítores a Felipe VI y doña Letizia.
La parada militar se ha iniciado con la llegada de los Reyes –el monarca con el uniforme de Capitán General del Ejército de Tierra–, que han sido recibidos por la ministra de Defensa, Margarita Robles; y el presidente de Aragón, Javier Lambán; y saludados por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro López Calderón; y el alcalde de la ciudad, Luis Felipe.
También asisten al desfile el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la directora de la Guardia Civil, María Gámez; la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Esperanza Casteleiro; y la ministra de Educación, Pilar Alegría, exdelegada del Gobierno en Aragón; además de la cúpula militar y otras autoridades civiles.
Previamente a la llegada de los Reyes ha tenido lugar el izado y homenaje a la bandera para dar paso al acto central, con honores militares a Sus Majestades, revista del Rey a la Agrupación de Honores, saludo de don Felipe y doña Letizia a las autoridades, izado y homenaje a la bandera nacional y a los que dieron su vida por España, con especial mención a quienes perdieron su vida en acto de servicio desde la celebración del último gran desfile en el año 2019.
Los oscenses han llenado el recorrido desde primera hora de la mañana para asistir a la mayor parada militar que se celebra en España desde el inicio de la pandemia. Más de 3.200 militares, 154 vehículos y 69 aeronaves forman participan en el desfile que se celebra en Huesca, una cuidad de 50.000 habitantes.
Desde los balcones más próximos a la tribuna presidencial han sido numerosos los aplausos y vítores a don Felipe y doña Letizia, entre los que se han mezclado aislados reproches a la ministra de Defensa Margarita Robles, e incluso una alusión a la exdirectora del CNI, Paz Esteban, destituida recientemente por el ‘caso Pegasus’.
Uno de los momentos más emocionantes del desfile ha sido el aterrizaje de un paracaidista de la PAPEA del Ejército del Aire con la bandera de España en la estrecha calle que acoge el desfile, a menos de cien metros de la tribuna de los Reyes.