El perejil es una hierba aromática muy apreciada en la gastronomía mundial; y además de aromatizar y dar sabor a los platillos, sus beneficios y propiedades lo hacen ser el consentido para la preparación de tés con fines diuréticos y depurativos. Esta hierba es fantástica como digestivo y además regula el colesterol y ayuda a adelgazar.
Tenerlo fresco en el hogar, te permite disfrutarlo cada vez que quieras, pero lo cierto es que apenas llegas a casa, el proceso de oxidación comienza y sus propiedades organolépticas se ven alteradas. Para que te dure en mejor estado durante más tiempo, no te pierdas todo lo que te vamos a contar y aprovéchalo al máximo.
9La sal como elemento de conservación natural
Antes de la invención de la nevera y el congelador, la sal era el conservante por excelencia y es por esto que, aun cuando su uso no es muy frecuente, también actúa en favor del perejil.
Para aplicar este método de conservación, lava muy bien el perejil y sécalo completamente. Ayúdate con papel absorbente o simplemente déjalo reposar unas horas sobre un paño limpio y seco. Córtalo y llévalo a un bol para mezclarlo con sal.
Finaliza colocándolo en frascos de vidrio esterilizados y secos, cierra muy bien con la tapa y llévalos a la nevera. Tendrás esta hierba disponible por un par de semanas en perfecto estado.
