No se habla de otra cosa. Después de semanas de intensos preparativos, este miércoles ‘Sálvame’ celebró por todo lo alto la tercera edición de su ‘Fashion Week’, convirtiendo su plató en una espectacular pasarela y a sus colaboradores en divertidos modelos que, como si llevasen toda la vida haciéndolo, lucieron las originales propuestas de varios diseñadores noveles encabezados por Ana María Aldón.
Desde Terelu Campos emulando a Lady Di el día de su boda vestida de novia, a María Patiño con un sexy vestido metalizado, pasando por una Carmen Borrego con traje de falda y tocado – haciendo un guiño a su papel de madrina en la reciente boda de su hijo – o una Gema López presumiendo de cuerpazo con pantalón y cropped top en color naranja… Momentazos que conquistaron a la audencia y con los que, una vez más, los colaboradores de ‘Sálvame’ demostraron que tienen madera de sobra para pisar con fuerza una pasarela.
Sin embargo, no todo fueron risas y buen rollo, ya que durante la tarde fuimos testigos de los cabreos, por ejemplo, de Kiko Hernández – que se negaba a bailar – o de Lydia Lozano, indignada porque después de años de cuidar su imagen pública y tapar cuidadosamente sus defectos, era obligada a pasearse con un ajustado mono de neopreno negro.
Una prenda difícil de defender y que no sienta bien a todos los cuerpos, pero que los colaboradores lucieron dejando a un lado sus complejos e independientemente de la altura, el peso o las curvas, dejándonos una curiosa imagen al verlos a todos juntos y uniformados, como si de un comando ninja o unos atracadores se trataran.
Así, vimos pasear palmito con el ajustadísimo mono negro a María Patiño, Gema López, Alonso Caparrós – que encabezaban la marcha orgullosos de sus cuerpos – Terelu Campos y Kiko Hernández abrazados y derrochando complicidad, Carmen Borrego intentando pasar desapercibida a mitad del grupo, Víctor Sandoval, Carmen Alcayde, Rafa Mora, Chelo García Cortés, Marta López, Miguel Frigenti o Antonio Montero, entre otros, desfilando con la mejor de sus sonrisas. Una actitud diferente a la de Lydia Lozano, que pese a ponerse finalmente el mono, lució por encima una chaqueta para camuflar esas partes de su cuerpo que menos le gustan.