El 25 de mayo es un día muy especial porque se recuerda a dos grandes figuras que fueron importantes para la expansión del cristianismo, que son San Beda el Venerable y San Gregorio VII Papa. Y es que los días del año no bastan para que honremos a destacados santos y beatos que han significado tanto para el desarrollo de la cristiandad, por ello, cada día se recuerda a varios y hoy queremos destacar a dos.
San Beda el Venerable
Es posible que en España San Beda el Venerable no sea tan conocido, de hecho, sólo existen 29 hombres que han sido bautizados con este nombre, según los datos que aporta el Instituto Nacional de Estadística, probablemente por la tradición de nombrar al recién nacido de acuerdo con los santos que se honran en el santoral católico el día de su nacimiento, por otra parte, Gregorio si es un nombre bien conocido en este país, ya que según el mismo instituto, existen más de 33 mil hombres bautizados como Gregorio, y seguramente conoces a alguno, así que no te olvides de felicitarlo.
San Beda el Venerable en vida fue un monje benedictino que perteneció al Monasterio de San Peter, situado en Wearmouth, y se presume que nació alrededor del año 672, en la población de Jarrow, en Northumbria. Pasó la mayor parte de su existencia en los monasterios ingleses, en los que pudo dedicarse a la escritura, a la enseñanza y a la traducción de los textos sagrados, y el fruto de su obra fue haber podido dejar para las generaciones futuras una compilación que lleva el nombre de ‘Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés’. Gracias a esta compilación, recibió el nombramiento de ‘Padre de la Historia Inglesa’, siendo considerado como uno de los más importantes historiadores de una época tan remota como la Alta Edad Media.
Otra actividad en la que se destacó San Beda el Venerable fue en el cálculo de las fechas para las celebraciones cristianas más importantes, como la Pascua, el pentecostés y otras muy importantes para el cristianismo.
San Gregorio VII Papa
Estuvo en el trono del Vaticano a partir de 1073 hasta el año 1085. No se sabe la fecha exacta, pero se dice que nació en el siglo XI, en la ciudad de Sovana, que hoy pertenece a Italia, con el nombre de Hildebrando, y previo a que fuera nombrado máximo pontífice, tuvo una vida monástica prolífica, que lo llevó a colaborar en la reforma de las reglas de la Iglesia en muchas de las legaciones pontificias de su época y desde el momento en que fue elegido como Papa, se trazó la meta de lograr la separación de la Iglesia del poder de la Monarquía, defendiendo postulados como la santidad del sacerdocio, cuestión por la que fue exiliado de la ciudad de Roma, falleciendo finalmente en la ciudad de Salerno unos años después.
Hoy, 25 de mayo, además de a San Beda el Venerable y a San Gregorio VII Papa, igualmente se le rinde honores a otros santos y beatos de la iglesia que fueron un ejemplo para sus comunidades y para la fe, pudiendo mencionar a Santa María Magdalena de Pazzi, San Aldelmo, San Canión de Atela, San Dionisio de Milán, San Dionisio de Ssebuggwawo, San Genadio de Astorga, San León de Troyes, Santa Magdalena Sofía Barat, San Pedro Doan Van Van, San Zenobio de Florencia, Beato Gerardo Mecatti, Beato Gerio de Montesanto, Beato Jacobo Felipe Bertoni y Beato Nicolás Cehelski.