El pan forma parte del grupo de alimentos que nunca falta en casa. Dada su versatilidad, puede tener cabida en cualquier comida del día y a casi todo el mundo le gusta. Sin embargo, es un producto que en sí puede dar bastantes problemas. Uno de ellos, y tal vez el más común, es que se pone duro al día siguiente. Hay una razón muy específica por la cual sucede este escollo, que de alguna forma niega la posibilidad de disfrutar la pieza. Pero te vamos a contar por qué pasa y las alternativas para hacer que vuelva a estar como recién hecho.
8Mételo en el horno
Una de las vías que tienes para solucionar el problema con el pan duro es que al día siguiente lo metas en tu horno. No le va a pasar nada malo a la pieza. Al contrario, al darle un poco de calor lo que vas a hacer es revivir la textura de ese alimento. En consecuencia, es muy probable que vuelva a estar perfecto.
O, al menos, no tendrás una pieza dura que era lo que te estaba causando molestias. Claro, sería mejor que aproveches el producto ese mismo día. Y si quedan sobras, ya sabes cómo darles uso nuevamente.