El pan forma parte del grupo de alimentos que nunca falta en casa. Dada su versatilidad, puede tener cabida en cualquier comida del día y a casi todo el mundo le gusta. Sin embargo, es un producto que en sí puede dar bastantes problemas. Uno de ellos, y tal vez el más común, es que se pone duro al día siguiente. Hay una razón muy específica por la cual sucede este escollo, que de alguna forma niega la posibilidad de disfrutar la pieza. Pero te vamos a contar por qué pasa y las alternativas para hacer que vuelva a estar como recién hecho.
7El gran enemigo del pan
Producto de la cocción tan reducida a la que se somete el pan, y que coge bastante humedad, esto no le trae nada bueno a la pieza. Todo lo contrario, cuando existe un exceso de humedad en el alimento, lo que se genera es que la pieza se seque demasiado rápido.
No solo eso, se te pone dura al día siguiente. Es algo que no puedes controlar, aun cuando cuides la conservación. Claro está, sí puedes trabajar para que ese día donde quieras comerte el pan pueda estar rico y suave, que es lo que todo el mundo busca.