Si te encanta comer un buen bizcocho, en lo que pruebes el ponche segoviano, no podrás sacarlo de tu cabeza ni de tu mesa. Este postre tradicional de Segovia, puede ser quizás más laborioso que alguna otra tarta o pastel casero, pero el resultado es tan delicado, delicioso y magnífico que no hacerlo sería un pecado.
Con una consistencia delicada, esponjosa y con una humedad y dulzura que hace que la boca se haga agua con tan solo verlo, el ponche segoviano es toda una tradición para la festividad de San Juan y San Pedro. Y más allá de comerlo en estas fechas, puedes hacerlo desde ya, en casa y sorprender a todos. Anímate a prepararlo y no te arrepentirás.
9Monta el ponche segoviano
Para montar el ponche segoviano, toma el bizcocho y córtalo en tres partes iguales. Con la ayuda de un tenedor pincha ligeramente cada lámina de bizcocho y píntalas con el almíbar dejándolas bien empapadas.
Toma una porción de crema de yema y extiéndela sobre una de las láminas, alisa muy bien y monta otra lámina. Cubre nuevamente y repite el proceso hasta terminar cubriendo todo el bizcocho con crema de yema.