La Fiscalía de Sevilla reclama cuatro años y diez meses de cárcel para un varón a juzgar este jueves por la Sección Tercera de la Audiencia provincial, por transportar presuntamente 21,85 gramos de cocaína que habría dejado olvidados en el hospital Virgen Macarena tras acudir a dicho centro y agredir a un total de seis agentes de la Policía Nacional cuando le trasladaban desde la unidad de Psiquiatría de dicho centro, hasta dependencias policiales.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el acusado es Petre B., de nacionalidad rumana y antecedentes no computables respecto a esta causa, quien el 19 de agosto de 2019 acudió al hospital Virgen Macarena, lugar que después abandonó «dejando olvidada una mochila» que contenía su documentación personal y una caja con 21,85 gramos de cocaína, «que poseía para destinarla al consumo por terceras personas».
Tras ser entregada la mochila a la Policía Nacional, según la Fiscalía, la mañana del día siguiente, agentes de dicho cuerpo encontraron al encartado «a la altura del puente de la barqueta, desnudo de cintura para arriba, dando voces» y arrojándose sobre los vehículos que circulaban, al grito de «yo no soy Jesucristo».
«PUÑETAZOS Y PATADAS» A LOS AGENTES
Al darle el alto los agentes, el acusado habría intentado huir subiendo a un autobús, si bien según la Fiscalía fue alcanzado por los efectivos, quienes habrían sido objeto de «puñetazos y patadas» por parte del acusado, quien por su gran estado de nerviosismo fue finalmente trasladado en ambulancia a la unidad de Psiquiatría del hospital Virgen Macarena, donde habría permanecido bajo custodia policial.
Ya el 21 de agosto, siempre según el relato del Ministerio Público, el acusado fue trasladado a dependencias de la Policía Científica, contexto en el que habría arremetido contra uno de los agentes y golpeado con los grilletes a otro de los efectivos policiales, «lanzando patadas y puñetazos a los demás agentes», hasta llegar a lesionar a seis de ellos, aquejados de traumatismos, contusiones o lumbalgias a cuenta de esta agresión.
Dado el caso, el Ministerio Público le achaca un presunto delito contra la salud pública, en la modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud; un supuesto delito de atentado y seis delitos leves de lesiones, apreciando la atenuante de alteración mental, por lo que reclama para él un total de cuatro años y diez meses de cárcel, así como multas que suman 2.270 euros.