La bechamel es además de rica, muy versátil. Esta salsa de origen francés se ha convertido en una de las favoritas a la hora de cocinar y es perfecta para acompañar con todo tipo de carnes, preparar las más deliciosas croquetas y es uno de los ingredientes predilectos de la lasaña de carne, a la cual llena de una irresistible cremosidad.
Hacerla no es tan complicado; y de hecho, lo único a lo que debes estar atento es a la receta en la que la vas a utilizar, pues dependiendo de ello, será necesario hacerla más o menos espesa.
Ahora bien, si te gusta su sabor, pero te preocupa la grasa que aporta la mantequilla, tienes que conocer la manera en que la puedes lograr más ligera reemplazando este ingrediente. Hoy te presentamos una alternativa que te parecerá fantástica y con la cual podrás darle vida a cualquier platillo.
7Termina la preparación de la bechamel sin mantequilla
A medida que vas añadiendo la leche, no pares de batir y notarás como la misma se va espesando poco a poco. Durante todo el proceso, remueve constantemente para evitar que la salsa se queme o pegue en el fondo de la olla.
Para finalizar la preparación de esta deliciosa bechamel sin mantequilla, agrega un poco de pimienta negra recién molida, la pizca de nuez moscada y la sal; añade esta última de poco en poco y ve rectificando hasta tenerla en el punto de sabor deseado.