Aunque el estrés es necesario e incluso puede resultar positivo, lo cierto es que cuando se produce en exceso y no puede controlarse, puede causar estragos en nuestro organismo.
8Efectos gastrointestinales desagradables
También se puede sufrir reflujo ácido y ardor de estómago, sobre todo si se han cambiado los hábitos de alimentación o se ha aumentado el consumo de ciertos alimentos como los dulces o las grasas. La capacidad de los intestinos para absorber los nutrientes se puede ver reducida y es posible que aparezcan los dolores de estómago, las náuseas, diarrea o estreñimiento.