Cualquier tipo de operación quirúrgica, por mínima que sea, supone una agresión para nuestro cuerpo. Por eso, el miedo es una respuesta totalmente normal. Si quieres descubrir cómo afrontar la tomofobia o el miedo al quirófano, te animamos a que sigas leyendo.
3Mentalizarse antes de una operación
El miedo se presenta de modo natural para defendernos de cualquier medio agresivo y una operación lo es. Una intervención quirúrgica, por pequeña que sea, es una agresión, de igual manera que la mediación preoperatoria y la anestesia. De hecho, es una intervención los tejidos se lesionan, se producen hemorragias, hay acidosis metabólica, etc. Por eso, la decisión de operarse es todo un acto de valor y así lo tiene que tener en cuenta el personal médico y el equipo sanitario para poder infundir al paciente el valor necesario. Si además el mismo se mentaliza de que la operación va a implicar un cambio para mejor, se podrá dejar atrás una etapa antigua y empezar otra mucho mejor.