¿Tu casa está llena de alfombras y justo cuando las ibas a limpiar se te ha estropeado la aspiradora? Debemos decirte que ese es un escenario que normalmente le ha pasado a mucha gente. Pero eso no quiere decir que debes rendirte y dejar de lado la intención de alfombra tus alfombras, al contrario, existen otros métodos que puedes emplear para ello y que las dejarán limpias y desinfectadas, sin que tengas que morir en el intento.
Por esos motivos, en el artículo de hoy queremos enseñarte como limpiar las alfombras sin necesidad de tener que utilizar una aspiradora, y verás que es un proceso más sencillo de lo que pensabas, aunque también, en buena medida, el éxito va a depender de la calidad y del grosor que tengan tus alfombras.
Piensa que estos trucos se aplican a lo que podríamos denominar una alfombra tipo estándar, de unos 3 a 5 milímetros de grosor, aunque también pueden funcionar en alfombras más gruesas, pero requerirá que realices una mayor cantidad de esfuerzo. Todo dependerá del uso que se le haya dado al material y del grosor que tenga la misma, porque no es igual la alfombra de una oficina que la alfombra de la sala de tu casa y existen métodos infalibles para eliminar la suciedad de las alfombras.
¿Qué materiales son los que se necesitan para poder alfombra una alfombra sin usar una aspiradora?
¿Sabías que hay hasta un truco en TikTiok para esto? Pues, toma nota, porque vas a necesitar:
- Un detergente en presentación líquida, vamos, lo que llaman un shampoo de alfombras,
- Un cepillo de cerdas fuertes,
- Abundante agua caliente
- Trapos o bayetas
- Toallas
- Una escoba limpia
¿Cuál es el procedimiento a seguir?
Si la alfombra no está fija al suelo y la podemos transportar, es mejor que la llevemos a un espacio aireado, donde podamos trabajar con ella sin inconvenientes, y lo primero que tenemos que haces es sacudirla. La mejor manera de hacerlo es colgarla y darle unos golpes por ambos lados, para que suelte el polvo y la suciedad.
Luego la bajamos al piso y con la escoba limpia procedemos a barrerla, para que podamos retirar de su superficie todos los restos de polvo y de sucio que quedaba en ella, otro método que puede usar es el de pasarle un rodillo para quitar las pelusas, con lo cual también cubrirás esa parte de la limpieza.
El siguiente paso es tomar el cepillo de cerdas fuertes y comenzar a cepillar la alfombra palmo por palmo, para asegurarnos de que nos hemos deshecho del polvo, de los ácaros y de la suciedad. En este punto ya deberán quedar expuestas las manchas a las que debemos poner especial atención.
Con esas manchas, lo que debemos hacer es una limpieza a mayor profundidad, utilizando para ello el cepillo de cerdas fuertes y la solución de agua con jabón. Puedes mezclar el jabón con el agua caliente en un pulverizador y comenzar a esparcirlo por el área que esté manchada, y con el cepillo y luego con un trapo, comenzarás a limpiar la zona sucia, hasta lograr sacar la mancha por completo, y debes repetir la operación hasta que la mancha desaparezca.
Pedro debes recordar que se trata de una alfombra, así que no vas a poder aclararla y torcerla, por lo tanto, debes utilizar muy poca cantidad de jabón. Cuando hayas terminado con el proceso, deja que la alfombra se seque, pero en un lugar donde haya sombra, porque si la dejas al sol, lo más probable es que la alfombra se quede manchada.
¿Qué puedo hacer si no quiero usar vinagre?
Lo que tienes que hacer es sacudir la alfombra en un área que sea abierta, para que puedas eliminar la mayor parte del polvo, de los ácaros y de la suciedad. Después, colócala en el suelo y comienza a barrerla para que le quites los restos que le quedan de la suciedad y el polvo que se ha ido acumulando.
Ahora, dentro de un recipiente, que recomendablemente debería ser tipo atomizador, mezcla agua caliente con un jabón líquido y espárcelo por toda la superficie de la alfombra. Cuando esté humedecida, comienza a utilizar el cepillo y frota tu alfombra de manera enérgica hacia un mismo sentido, para que tengas mejores resultados.
Terminada esta etapa, pon la alfombra a secar en un lugar que se encuentre bien ventilado y donde no le peguen directamente los rayos solares, porque eso podría dejarla manchada, e incluso decolorada.
Si quieres acelerar el proceso, puedes colocar toallas limpias en aquellas secciones que veas que están más húmedas, pero no se te ocurra usar el secador de pelo para secar la alfombra, porque el aire caliente lo que puede hacer es perjudicarla, lo mismo que los rayos del sol.
¿Qué hago si la alfombra está fija al suelo?
No te desesperes, que para eso también hay un truco. Toma un recipiente, preferiblemente un atomizador, y mescla en su interior agua y vinagre y procede a aplicar este compuesto por toda la alfombra, en especial encima de las manchas. Toma un cepillo de cerdas fuertes y comienza a cepillarla en un mismo sentido siempre luego déjala que se seque.
Cuando ya esté seca, comienza a esparcir por encima de ella bicarbonato de sodio y déjalo que actúe por un buen rato. Cuando el buen rato haya pasado, comienza a barrer la alfombra para recoger los excesos de bicarbonato y tendrás una alfombra no solamente limpia, sino que estará desinfectada. Es recomendable que estas actividades las hagas con una mascarilla puesta, porque no estarás al aire libre y la mezcla de los compuestos puede traerte inconvenientes para la respiración.
Recomendaciones adicionales
Si tienes que hacer este proceso, tanto en alfombras movibles como fijas, utiliza guantes de hule, para que puedas proteger tus manos en todo momento de la acción y reacción química que producen los productos para limpieza que vas a utilizar. Y si se trata de una alfombra fija y todo el proceso lo tienes que hacer agachada, busca un par de rodilleras con un colchoncito cómo, porque es probable que después de todo este proceso, no te puedas parar sin ayuda de alguien más.