El espíritu de Rafa Nadal lo empuja a seguir adelante en el tenis, pero su cuerpo le dice que no. El tenista español continúa sufriendo las embestidas de una lesión con la que tiene que lidiar por el resto de su vida. Además, lo está alejando en cierta forma de los grandes torneos de esta temporada, así como lo vimos el año pasado. La Fiera no ha podido levantarse de ese abismo que le llaman «lesiones», y ya genera dudas rumbo a Roland Garros.
10El descanso es fundamental para reducir el dolor
La complejidad que tiene en apuros a Rafa Nadal desde sus inicios, se ubica en el escafoides del pie izquierdo. Ese es su talón de Aquiles, ya que es donde se ve aniquilado cada vez que tiene que comparecer en los cuadros. Este síndrome indica que el balear tiene una falta de riego sanguíneo en esa zona. Por consiguiente, el hueso prácticamente lo tiene muerto.
Obviamente, el tenista sólo toma unos que otros medicamentos, pero cuidándose de las reglas de antidopaje. Porque en este caso, se aconseja es descansar y fortalecer los músculos, pero Rafa todavía no quiere dejar las raquetas. Aunque sus últimas palabras instan a la reflexión, porque dijo que: «El dolor me quita la felicidad, no puedo seguir así mucho tiempo».
