¿Sabías que el término «vergüenza ajena», no se puede traducir en otros idiomas? Esto se debe a que no hay ningún término exacto equivalente en su significado. Debe ser porque en España, tenemos mucho de esta vergüenza ajena. Y en parte, se debe a Eurovisión. Antes era un concurso de talentos notable, para darse a conocer. En la actualidad, no hay manera de alcanzar los primeros puestos.
Y lo hemos intentado de todas las formas posibles, intentando todas las fórmulas existentes. Hasta hacer el ridículo con la canción más absurda que podíamos encontrar. En cualquier caso, la verdad es que sin intentarlo, muchas veces hemos acabado los últimos o con cero puntos. Pobre de nosotros. Estas son algunas actuaciones que se quedaron en la cola.
4Llámame – Víctor Balaguer
Hay canciones clásicas y canciones clásicas. Y Europa no estaba preparada para este tipo de estilo musical en el año 1962. Después de lo de Conchita, parecía que estábamos en racha para quedar los últimos. Si la fórmula de Conchita no funcionó, pensamos que igual con un hombre nos iba mejor.
Pero parecía que pertenecía más a una banda sonora de Disney que una canción seria para presentar a Eurovisión. Es más, iría muy bien con La Cenicienta o la Bella Durmiente, si tuvieran un teléfono, y si el príncipe cantara. Piénsalo. Aún así, aquí la vergüenza ajena todavía no se hacía evidente.
