Un queque esponjoso es el sueño de todos los que aman un rico bizcocho, suave y delicioso. Con una miga esponjosa y con una corteza tostada y delicada, el queque, también conocido en muchos países como bizcocho o torta, es un básico de la repostería que te permite preparar innumerables postres.
Hacerlo puede parecer sencillo a simple vista; no obstante, tal como sucede con muchas otras preparaciones dulces, hacerlo cuidando cada detalle es lo que garantiza que quede perfectamente cocido y con una miga de ensueño. Si quieres preparar un queque esponjoso, quédate a conocer todos lo que tienes que saber.
10Termina de hacerlo perfecto
Nunca retires el queque del horno sin verificar el punto de cocción interior. Es necesario que pinches siempre y que garantices que no hay ningún tipo de riesgo en que resulte crudo. Si lo sacas y en el medio continua semi crudo, se hundirá y apelmazará.
Apenas esté listo, sácalo del horno, de lo contrario quedará excesivamente seco. No esperes que se enfríe dentro del molde, ya que el calor cuenta como residual y lo tostará más. Espera apenas unos minutos, desmóldalo y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe por completo.