Si bien los pimientos son originarios de América, los del piquillo pertenecen a una variedad autóctona de la Comunidad de Navarra; y de hecho, su producción está protegida con su propia Denominación de Origen, D.O Piquillo de Lodosa, con reconocimiento internacional.
La producción de estos pimientos suele recogerse y someterse a un proceso de asado y retiro de la piel para luego ser conservados en botes en los que son comercializados en todos los mercados.
Ahora bien, son tan ricos como delicados, así que si los quieres disfrutar con todo su sabor almibarado intacto, hay algunos errores que debes evitar cometer y que, definitivamente, destrozan el plato.
4Descongela en agua fría
Si ya estás en el día de la preparación y tienes los pimientos del piquillo dentro del congelador, no te preocupes, puedes descongelarlos rápidamente en agua fría. (recuerda nunca hacerlo con agua caliente).
Descongelándolos de esta manera, los tendrás perfectos rápidamente, por lo tanto, debes estar más atento. Mantén el pimiento de piquillo congelado dentro de una bolsa o recipiente hermético para garantizar que el agua no entre en contacto directo; de lo contrario, cambiará su sabor y propiedades.
Pon el pimiento correctamente envasado dentro de un bol lleno de agua fría. Cambia el agua cada vez que la temperatura de esta descienda. Tal como en el caso anterior, prepáralo y consúmelo de inmediato cuando esté completamente descongelado.
