Hay que dejar que Carlos Alcaraz avance en su carrera de forma natural, sin ningún tipo de presiones. Es cierto que lo que está logrando actualmente el jovencito de 19 años de edad es una auténtica hazaña. Pero eso no quiere decir que ya tengamos que ponerlo como número uno del mundo. Obviamente, puede lograrlo, aunque no será tan pronto como muchos ya lo están escribiendo, delegándole así un reto demasiado grande para un jugador que solo necesita que lo dejen de comparar con el Big Three.
6El ranking premia la constancia
El número uno del mundo no es el que más gana en un año, sino el que más constancia ha tenido a lo largo de la temporada. El sistema de conteo de puntos que establece la ATP toma en cuenta los éxitos de una temporada y se contrastan con la anterior.
Los jugadores van a las pistas en la caza de puntos y en defensa de los mismos. Por ello, es clave ser consecuentes para que no haya disminuciones en la cifra de puntos dentro de la clasificación.