Castilla-La Mancha ha derogado oficialmente este martes, a través de un Decreto, las medidas de prevención y control necesarias para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 que quedaban en vigor, dejando sin efecto el Decreto 96/2021, de 23 de septiembre, que era el que actualmente contemplaba las medidas en vigor.
Según ha publicado este martes el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), únicamente será obligatorio el uso de las mascarillas en los centros, servicios y establecimientos sanitarios según lo establecido en el Real Decreto 1277/2003, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, por parte de las personas trabajadoras, de los visitantes y de los pacientes, con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación, así como en los centros sociosanitarios, los trabajadores y los visitantes cuando estén en zonas compartidas.
También en los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses, así como en los transportes públicos de viajeros y en los espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, cuando sean compartidos por núcleos de convivientes.
Asimismo, estas normas no serán exigibles a las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el usode la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización y, de igual forma, en el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.