David, más conocido en su perfil de Instagram como @vayaBravas, es otro de esos fans de la comida (los “famosos foodies”), pero en particular, de las raciones de bravas.
Aunque ya era asiduo a ellas, su proyecto empezó a finales de 2019, sin embargo, la llegada de la pandemia rompió por completo sus esquemas.
“El COVID-19 y todas las restricciones retrasaron bastante lo que tenía en mente, sin embargo, en Mayo de 2021, el problema fue una enfermedad, que me dejó 6 meses sin salir de casa”, cuenta.
No obstante, esto no frenó a este joven de 33 años, que, a principios de 2022, se replanteó de nuevo volver a empezar.
“Al principio solo iba a 2 o 3 locales, pero quise ir un paso más allá”. David Sitjes, decidió cambiar su estilo de vida para adaptarlo a su hobby, además, según nos comenta, “eso de ser emprendedor digital y tirarte 12 horas diarias pegado a la pantalla, no ayuda”.
Como otras miles de personas, el 1 de Enero, tenía en su cabeza un propósito, cambiar su alimentación, y, de hecho, hasta el día de hoy lo sigue manteniendo como su nuevo “estilo de alimentación”.
“Bajé de peso, en parte, por amor a las patatas bravas”
“En 100 días, bajé de 61kg a 48kg”. Puede parecer mucho, y realmente es poco peso, pero las razones que lo llevaron a ello fueron varias, y nos las cuenta.
La primera; “…parte de esos kilos de más, eran debido a que, por mi trabajo, apenas me muevo, así que después de darle muchas vueltas, dejé de lado el alcohol (ahora 1 o 2 cervezas a las semana), también me alejé mucho del trigo, pasta, arroz, pan…), eso me hizo bajar 5 o 6 kilos sin problemas…”.
La segunda es que, en un fin de semana, puede llegar a comer alrededor de 20 raciones de patatas bravas tranquilamente, alrededor de unas 10.000 kcal si sumamos salsas.
“Esta es una de las raciones más abundantes y bestias que he llegado a comer, siendo solo las 9 y media de la mañana”, dice riéndose.
El cuerpo por sí mismo, puede quemar sin problemas 1.000 kcal diarias, pero tal y como nos dice el, “quemar esa cantidad, me llevaría más de una semana, y los números no me cuadraban”.
A todo esto, también le ha sumado el ejercicio diario, y hacer como mínimo entre 20 y 30 kilómetros a la semana.
Las rutas bravistas no se las quita nadie (ni el mal tiempo)
David trabaja de lunes a jueves delante de su ordenador, entre 10 y 12 horas diarias mínimo, “es lo que tiene ser emprendedor digital y vivir de tus propios proyectos online, hay que mimarlos y estar pendiente de ellos casi todo el día”, dice.
Y los viernes, sábados y domingos (a pesar de seguir pendiente de ellos desde el móvil o cuando llega a casa), los pasa visitando bares y restaurantes probando sus raciones de bravas, que luego, terminan en su cuenta de Instagram.
Esta es otra de las bravas que comió el mismo día que la anterior ración.
“He comido -y lo seguiré haciendo- bravas con temperaturas bajo cero, lloviendo a raudales, nevando, recién hechas estando a más de 40 grados, y hasta enfermo…”, y es que visto lo visto, a David, cuando se trata de bravas, pocas cosas pueden frenarlo.
El afán que lo mueve a ello, es, literalmente, el “amor” (según él) que siente por esta tapa, y lo motiva el poder compartir todas y cada una de las raciones que devora con sus seguidores.
Sea por la razón que sea, lo que queda claro es que es un fanático empedernido de las patatas bravas, y que, sin duda, toca seguir de cerca si a ti también te gusta una de las tapas más famosas que tenemos a nivel nacional.