La envoltura con la cual se busca proteger el producto o los objetos durante el transporte es el embalaje.
Los tipos y productos para el embalaje varían según la clase de mercancía que protege. Además, es un elemento que facilita el almacenaje y soporta agentes externos como el clima y polvo.
Uno de los mayores retos del embalaje actualmente tiene que ver con las grandes cantidades de desperdicio que se le atribuyen a nivel mundial. Por eso, algunas empresas como Brafim han tomado medidas al respecto y han empezado a hablar de embalajes reciclables como una solución ecológica a futuro.
El compromiso de Brafim con el medioambiente
Brafim es una compañía española especializada en productos para embalaje de todo tipo de bienes. Desde el año 1985, producen para el sector automotor, alimentos, farmacia, cosmética, higiene, artes gráficas, mobiliario y decoración. También trabajan con el sector de la construcción, del vidrio, cerámica, artes gráficas, exposiciones, electrónica, electrodomésticos y, más recientemente, el e-commerce.
Sobre el debate actual, Brafim recuerda que ellos han sido pioneros en la producción de lo que llaman embalaje sostenible. Esta industria radicada en Barcelona señala que estas inquietudes están en su ADN desde que inauguraron su planta de reciclaje de porexpan. Concibieron en ello una oportunidad de negocio cuando muy pocas personas estaban hablando de reciclaje a nivel industrial.
Brafim ha obtenido reconocimientos como empresa sostenible y comprometida con el medioambiente, al menos, desde el año 1993. En la actualidad, su portafolio de productos está compuesto por envolturas optimizadas de un mejor tamaño, con lo cual se reduce su impacto ambiental. La firma indica que este tipo de soluciones ocupa menos espacio de almacenaje, de carga y facilita las operaciones de transporte.
Productos 100% reutilizables
El embalaje reciclable es un producto hecho con materiales que garantizan 100 % su reutilización. El concepto también cubre esos materiales que son compatibles con el medioambiente y los elaborados con materias primas biodegradables. Es decir, que se descomponen rápidamente sin efectos nocivos para el ecosistema.
Como empresa comprometida con la sostenibilidad, Brafim considera que ese es el futuro del sector. Ya no solo basta con producir con materias primas recicladas, sino que los productos para el embalaje también se puedan reciclar. Todo ello, manteniendo la resistencia de los embalajes para proteger el producto y evitar contingencias a lo largo de la cadena de suministros.
Esto último es vital para Brafim, porque la compañía considera que no hay hada más contaminante que un producto llegue roto a su destino. Es por ello, que los diseños tienen que cumplir normas de máxima calidad para que reduzcan las roturas. Esos diseños son elaborados en función de cada tipo de producto para evitar el exceso de embalaje que, además, sirve a su vez para disminuir costes para los clientes.