La limpieza facial es un hábito ayudar que debemos realizar para mantener nuestro cutis sano y limpio. Un limpiador facial es sinónimo de una piel joven, bonita, radiante y sana. Si no lo haces correctamente la limpieza, todo lo que hagas después pierde su efecto. Es indispensable definir tu tipo de piel y probar formatos y texturas de limpiadores para tu piel. Una limpieza inadecuada de la piel de nuestro rostro puede provocar la aparición de problemas en el cutis o agravar los ya existentes. Por eso a continuación te contamos cómo aplicar el limpiador facial de forma efectiva.
4Leche limpiadora Vs. Gel
La leche limpiadora es más favorable para pieles menos sensibles o sin exceso de grasa. Se recomienda retirarla completamente con agua templada con una toalla especial para el rostro o algodón. Las ventajas de usar una leche limpiadora es que nutre la piel mientras la limpia. Sin embargo, no es recomendable para pieles mixtas ni para las pieles grasas, ya que puede alterar la producción de sebo en la piel y aportar esos brillos indeseados. Por su parte, el gel es más de uso en pieles grasas o mixtas, al ser más ligero y dar la sensación de frescura y limpieza. Aplícalo sobre el rostro húmedo, envuélvelo sobre masajes circulares, retíralo con abundante agua y sécalo con una toalla o paño húmedo.