Según los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud, cada año fallecen 5 millones de personas a causa de una hemorragia que no es atendida a tiempo. Por este motivo, actuar con inmediatez aplicando los métodos de emergencia convenientes podría marcar la diferencia para salvar miles de vidas.
Una alternativa para frenar el sangrado de manera temporal es el torniquete. Este instrumento tiene la función de ejercer presión en los vasos sanguíneos para detener la pérdida de sangre. Desde su origen, este método ha estado vinculado al ámbito militar, sin embargo, su uso se ha extendido al ámbito sanitario y civil, por lo cual cualquier persona puede aprender a aplicarlo.
En España, Reanimando nace de la idea de un grupo de profesionales de sanidad y emergencias de concienciar y formar a la población para actuar ante una emergencia médica. Asimismo, ofrece cursos prácticos donde enseñan a las personas cuándo y cómo colocar un torniquete de manera segura y efectiva.
Encontrarse ante una persona que pierde sangre de forma masiva es más probable de lo que uno se puede imaginar: por accidente laboral como un corte con un cristal, máquina radial o algo afilado o por un accidente de tráfico como por amputación en un motorista, son algunos ejemplos.
¿Cuándo se debe aplicar un torniquete?
El torniquete es un método de emergencia que permite ganar tiempo para que la salud del paciente no se deteriore, mientras llega el equipo médico. Su uso ha generado gran controversia con el paso de la historia, en relación con su uso, por si era contraproducente o no. Estudios recientes del ámbito militar han dado como resultado que su pronta colocación salva vidas y no genera daños a posteriori en la víctima, como resultado de torniquetes colocados y no retirados en hasta 2 horas.
La primera medida es aplicar presión directa sobre la herida, sea cual sea el punto de sangrado, con la ayuda de unas gasas o telas limpias que se tengan a mano y ejercer presión sobre la herida. Ahora bien, bajo ciertos supuestos, se ha de realizar un torniquete a unos 5 o 7 cm del punto de sangrado como primera medida. Actualmente y gracias a la evolución de la medicina, se puede adquirir este tipo de dispositivos comerciales, es decir, torniquetes con una alta efectividad de presión y rapidez y mucho más recomendables que realizarlos de forma casera.
Una vez aplicado este mecanismo se debe apuntar la hora y no aflojar o retirar hasta que llegue un personal de salud.
Cursos de control de hemorragias en Reanimando
A día de hoy, muchas personas no tienen conocimientos sobre primeros auxilios. Ante esto, Reanimando ofrece una alternativa educativa para que cualquier persona adquiera los conocimientos necesarios para salvar vidas.
Dentro de su programa formativo, dispone de un curso de control de hemorragias 100 % presencial donde los participantes aprenden técnicas sencillas para actuar frente a una emergencia y además cómo actuar en caso de atentado, ya que en este tipo de situaciones, es más que probable encontrarse con víctimas que se desangran.
La metodología de aprendizaje se desarrolla bajo un ambiente ameno, en el que se imparten clases teóricas y prácticas sencillas de comprender por el alumno.
La capacitación tiene una duración de 5 horas y está acreditada por el Colegio Americano de Cirujanos a través de la Asociación Stop The Bleed Save a Life. De este modo, los participantes recibirán un certificado avalado para aplicar primeros auxilios de manera profesional y en cualquier parte del país.