Las galletitas saladas son sencillamente deliciosas, fáciles de hacer y te permiten el placer de disfrutarlas a la hora que sea acompañándolas con ricos quesos o embutidos, o para tenerlas en tu bolso y picotear a la hora de un antojo en la oficina.
Si buscas disfrutar de un toque crujiente y rico cuando comes una galleta, esta receta definitivamente es para ti. Tendrás un resultado aromático, rico y extra crujiente que te va a encantar.
3Así debes añadir el líquido
Una vez que tengas los ingredientes secos bien mezclados en el bol, es el momento de verter el agua. Para que la masa te quede perfecta, es necesario evitar añadir el agua de golpe, ya que puedes terminar con una masa muy aguada.
No todas las harinas absorben la humedad de la misma manera; por lo tanto, lo mejor es ir añadiendo poco a poco el agua, e ir integrándola hasta que logres tener la consistencia deseada. Es mejor añadirla poco a poco y no excederte con la cantidad añadida.