Las galletitas saladas son sencillamente deliciosas, fáciles de hacer y te permiten el placer de disfrutarlas a la hora que sea acompañándolas con ricos quesos o embutidos, o para tenerlas en tu bolso y picotear a la hora de un antojo en la oficina.
Si buscas disfrutar de un toque crujiente y rico cuando comes una galleta, esta receta definitivamente es para ti. Tendrás un resultado aromático, rico y extra crujiente que te va a encantar.
10Hornéalas y disfrútalas
Una vez que el horno se encuentre a 200 °C, retira la bandeja con las galletitas de la nevera y espolvorea escamas de sal. Lleva al horno por 20 minutos y sácalas cuando luzcan bien doradas. Al sacarlas, déjalas enfriar sobre una rejilla y posteriormente llévalas a una caja hermética para que se conserven perfectamente crujientes hasta por dos semanas.
Si te gustan las galletas saladas, aprovéchalas para comer solitas o acompañando un rico dip. Prueba también estas tradicionales, o estas con queso que también están supremamente deliciosas.