Según un estudio realizado, aquellas canciones que tienen un ritmo muy elevado provocan alteraciones psicológicas y fisiológicas que influyen a la hora de conducir un coche.
5Unos resultados sorprendentes
Sin música o con canciones muy tranquilas, se cambiaba de carril una media de 70 veces, mientras que con canciones más agresivas de rock, se hacía el doble, es decir unas 140. También circulaban a 16 kilómetros por hora más de velocidad mientras iban escuchando ciertas canciones de rock.