Cuando estás realizando un trabajo o una investigación y quieras establecer cuáles son las semejanzas y las diferencias entre dos elementos, algo que te puede facilitar bastante la labor y hacerla más explicativa para el lector es realizar un cuadro comparativo, y esto es lo que vamos a explicarte hoy
Cuadro comparativo
El cuadro comparativo se trata de una herramienta útil para estudiar y para exponer tus ideas, en el que puedes utilizar múltiples criterios para hacer una comparación entre varios elementos, desde el punto de vista de las características distintivas, las diferencias y las cosas en las que se parecen.
¿Cómo se hace un cuadro comparativo?
El realmente sencillo, porque los puedes hacer usando columnas y filas que se pueden disponer de forma lógica, con un contenido que sea breve y que aparezca visualmente ordenado, de modo que al lector se le facilite no sólo la lectura sino la comprensión del contenido y de la información que deseas transmitir.
Los cuadros comparativos pueden ser utilizados en distintos contextos, que pueden ser laborales, comerciales, académicos, e cualquier escenario en el que sea necesario tomar decisiones con base en la comparación entre dos o más elementos, debido a que en un cuadro comparativo podrás examinar de manera muy rápida cual es el elemento que más te conviene.
¿Cómo es el uso de un cuadro comparativo en el ámbito comercial?
Si entras en cualquier página oficial de ventas de un artículo determinado, es muy común que encuentres literalmente un cuadro en el que se exponen las distintas características propias de determinados artículos que venden y cuál es la relación que pueden tener con otros, en cuando a capacidades, facultades y funcionamiento.
Ello te va a permitir como cliente, poder valorar esas características y decidir cuál es el artículo que se ajusta mejor a tus necesidades, por lo que el cuadro comparativo resulta ser muy útil y muy práctico a la hora de decidir lo que debes comprar.
¿Cómo es la estructura que posee el cuadro comparativo?
Desde el punto de vista gráfico, suele estar compuesto por columnas y filas, y en este sentido, Excel de Windows puede resultar una herramienta de lo más versátil y práctica. En el encabezado de cada columna colocarás esa característica con la que quieres hacer la comparación, como el color, el tamaño, el aspecto, el olor, el origen, en fin, el atributo que desees, y en los cuadros que resultan de la composición de cada fila combinada con las columnas, puedes colocar toda clase de datos cuantitativos o cualitativos.
En función de la estructura, así como de la manera en que la información sea dispuesta en el cuadro, se puede hablar de que existen dos tipos principales de cuadros comparativos, que son:
- El cuadro comparativo de tipo tabular: se trata del cuadro comparativo que más se usa y en él se emplean desde dos hasta la cantidad de columnas que el tamaño de la página en la que la vas a imprimir lo permita. En la parte superior de las columnas colocarás los elementos, características o fenómenos que desees comparar y en cada cuadro de las filas se colocan los rasgos que distinguen a cada elemento.
- El cuadro comparativo matriz: ahora os referimos a cuadros comparativos que poseen una doble entrada, en el que se emplean columnas, en las cuales pueden colocarse distintos elementos u objetos que se desean comparar, y en las filas se ponen la variables sobre las que vas a poder comparar los elementos u objetos, pudiendo establecer en que se parecen, en qué se diferencian o cuáles son sus características propias.
¿Cómo se hacen los cuadros comparativos?
Existe un procedimiento que debes seguir para construir un cuadro comparativo y te lo vamos a explicar paso a paso:
- Identifica los elementos que deseas comparar. Antes de que comiences a elaborar el cuadro comparativo, debes decidir cuántos y cuáles son los elementos que vas a comparar. Cuando lo hayas decidido, entonces tienes que comenzar a investigar cuáles son las características o variables con las que vas a hacer la comparación. Otros aspectos que debes decidir son si sólo vas a establecer en qué se parecen o en qué se diferencian, o ambas, o si quieres también destacar las características propias y principales de cada elemento.
- Para ello, es necesario que previamente cuentes con la información necesaria, que sea expresada de manera clara y que hayas verificado su veracidad, lo que te va a permitir tener un conocimiento previo y a fondo de aquello sobre lo cual vas a realizar el cuadro comparativo, porque a partir de allí, te será más fácil analizar los datos y las características o variables que vas a destacar. Lo recomendable es que realices antes un borrador o esquema, en el que podrás tener disponibles todos los datos que necesites.
- Procede a realizar el cuadro comparativo. Para hacerlo, debes dibujar en la hoja, si no cuentas con los trucos de Excel, un recuadro y dividirlo con líneas, que serán las filas y la columnas, pero debes utilizar una regla para contar los centímetros y tener claras cuántas columnas necesitas, para dividir ese número por la cantidad de centímetros de los que dispones, para que cada elemento que vayas a colocar en cada columna tenga su espacio concreto.
- Una vez trazadas las columnas, en la cúspide de las mismas, anotarás los elementos que vas a utilizar para realizar la comparación, y debajo de dicho encabezamiento, vas a colocar las semejanzas, las diferencias y las características propias de cada elemento, colocando cada una de ellas en una fila. Pero si estás haciendo un cuadro comparativo tipo matriz, necesitarás una columna adicional, en la que podrás identificar en qué se asemejan los elementos del cuadro.
- Realiza tu comparación. Hay que añadir una fila por cada característica, diferencia o semejanza entre los elementos nombrados en las columnas, de esta manera la información quedará expuesta claramente, colocando los datos correspondientes.
- Reserva una fila final para que puedas colocar tus conclusiones, en donde podrás hacer el análisis comparativo final, elemento por elemento, logrando la explicación final de tu tema de estudio.