Pollo asado: así se hace crujiente por fuera y sabroso por dentro

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El pollo asado es todo un clásico de la cocina y no hay quien se resista a su sabor; además, es prácticamente un plato que se cocina solo, ya que simplemente hay que tener la magia de condimentarlo bien, y el horno se encargará de todo. Por supuesto, un par de trucos se harán necesarios para que quede jugoso y crujiente.

Uno de los principales dolores de cabeza que puede producirte su preparación, es el hecho de lograrlo bien jugosito en su interior, pero espectacularmente crujiente por fuera; y sí, seguramente ya has visto los consejos de los mejores chefs, pero con esta receta práctica, te quedarás enamorado definitivamente.

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Las patatas, la mejor compañía dentro y fuera del horno

horneado

Uno de los mejores acompañantes que puedes utilizar al preparar un divino pollo asado, son sin lugar a dudas las patatas. Ahora bien, si deseas acompañarlo con otra verdura o guarnición, puedes hacerlo.

En el caso de ser amante de las patatas, lava estas, muy bien, retírales la piel y córtalas en rodajas que no sean muy delgadas. Coloca las patatas a los lados del ave, pero evita que queden debajo de la misma.