El FC Barcelona está pasando por un temporada que metafóricamente es como una montaña rusa. Subidas y bajadas, idas y venidas, en donde los culés se han encontrado con una buena versión de ellos, y con otras no tan buenas. Las últimas caídas han sido muy aparatosas. Es allí donde el club tiene que aferrarse a los caballitos de batalla de Xavi Hernández para tratar de no sucumbir.
10Los números hablan por sí solos
Repasando un poco los números del Barcelona, nos damos cuenta que han ganado menos de 50% de los partidos cuando Pedri no está en el césped. Esto es algo que se cuenta y no se cree; pero es lo que está sucediendo en la entidad culé. Ciertamente, es una ventaja tener a un deportista con alta proyección, y que demuestra de qué está hecho.
Sin embargo, es un ser humano de carne y hueso que está propenso a sufrir baches, y aquí se vino uno en un momento crucial. Xavi trata de arreglárselas con lo que tiene en el banquillo. Pese a ello, realmente no hay alguno que pueda darle un rendimiento similar al del jovencito. De ahí, proviene ese conjunto que últimamente ha pifiado, y está desordenado otra vez.