Existe una afección que provoca una necesidad incontrolable de estar continuamente moviendo las piernas y que normalmente se debe a una sensación de incomodidad. Lo más habitual es que suceda por la tarde o por la noche cuando se está sentado o acostado y el movimiento es la única manera de aliviar de manera temporal esa desagradable sensación.
9Factores de riesgo
Este síndrome se puede manifestar a cualquier edad, incluso en la infancia, pero lo cierto es que es más frecuente según van avanzando los años y todavía más en las mujeres que en los hombres. Generalmente no se encuentra relacionado con ninguna enfermedad subyacente grave, aunque en ocasiones acompaña a afecciones como neuropatía periférica que daña a los nervios de los pies y de las manos y que es provocada por enfermedades como el alcoholismo o la diabetes.
También puede deberse a una deficiencia de hierro, la cual puede venir provocada por reglas muy abundantes, sangrado intestinal o estomacal o incluso si donas sangre con bastante frecuencia. Si tienes insuficiencia renal es posible que también tengas anemia, puesto que cuando los riñones no funcionan de manera adecuada, las reservas de hierro pueden disminuir. Esto puede empeorar o causar el síndrome de las piernas inquietas. Por último, una lesión en la médula espinal provocada por una lesión también se encuentra relacionada con este síndrome. Si has recibido anestesia en esta zona, el riesgo de desarrollarlo también aumenta.
