Son muchos los santos y beatos cuya vida y obras se recuerdan en este día, pero hoy, 21 de abril, queremos recordar a San Anselmo de Canterbury quien también es conocido como Anselmo de Aosta o Anselmo de Bec, el primero de los cuales surja probablemente de su lugar de nacimiento, porque se dice que nació en la población de Aosta aunque no ha podido establecerse si fue ene l año 1033 o en el año 1034.
San Anselmo de Canterbury
Inició su vida eclesiástica como monje benedictino, y llegó a ostentar el cargo de Obispo de Canterbury, entre los años 1093 y 1109. Fue un destacado teólogo y filósofo escolástico, y en sus ideas defendía conceptos como la inmaculada concepción de la Virgen María, por lo que es especialmente recordado, gracias a su pensamiento y sus ideas sobre este hecho milagroso. Se le considera el fundador de la escuela escolástica y fue el autor del muy conocido primer argumento ontológico, que es un célebre argumento filosófico y deductivo con el que se demostraba la existencia de Dios que fue recogido en su obra llamada “Proslogión” que fue redactada en el año 1078, y que aún se conserva, por lo que ha podido ser estudiada y analizada por muchos.
San Anselmo de Canterbury llegó a definir a Dios como “aquel que nada es más grande (que él) puede ser pensado”, argumentado que dicho ser debe existir en todas las mentes, inclusive en las mentes de aquellos que no creen o que niegan su existencia. De esta manera, este filósofo y teólogo logró deducir que es el mayor ser que posiblemente existe en la mente, entonces también debe existir en el mundo real, porque si sólo existiera en la mente, entonces un ser mayor debería ser posible y debería existir tanto en las mentes como en la realidad.
Puede ser que se trata de un argumento que algunos consideren tautológico, pero lo cierto es que desde el punto de vista filosófico, la existencia de Dios es lo que justamente justificaría la existencia de aquellos que lo niegan o que lo adversan, de otra forma, todos esos esfuerzos resultarían inútiles, por tanto la existencia de Dios es lo que da sentido y razón a aquellos que lo niegan.
El 21 de abril también es la fecha en la que se recuerda a San Anastasio hegúmeno, quien se atrevió en el siglo VII a defender de manera incansable la fe ortodoxa en el Monte Sinaí, enfrentando a los monofisitas, y se dedicó a escribir varias obras que tenían como finalidad salvar a las almas de los hombres, que hoy siguen siendo estudiadas y discutidas en el mundo eclesiástico. Además de estos santos, hoy también se recuerda a otros grandes ejemplos que tanto contribuyeron a difundir el cristianismo por el mundo, entre los cuales están San Apolonio filósofo, San Aristo de Alejandría, San Conrado de Prazham Birndorfer, San Maelrubo, San Romás Adame, Beato Bartolomé Cerveri y Beato Juan Saziari.