Escondido en el Pirineo catalán existe un precioso pueblo que enamoró al mismísimo Gaudí y que el paso del tiempo no ha hecho más que aumentar su belleza. Se trata de una auténtica obra de arte que a ti también te va a cautivar sin ningún género de dudas.
3Dos ríos y un mismo pueblo
Además del río Llobregat, el Arija también pasa por este pueblo. Entre los dos dividen el lugar en cuatro barrios de calles empinadas y empedradas. Los barrios de La Plana y de la Villa son los más antiguos y donde se encuentra su famosa iglesia del siglo XVIII y de estilo barroco. Una parada que merece la pena realizar.